El domicilio fiscal es la dirección en la que una persona puede ser localizada cuando el SAT o una autoridad fiscal lo solicite. Cuando se inicia una actividad laboral en la que se obtienen ingresos, se debe contar con un domicilio fiscal para ser localizable ante la autoridad. Es importante tener un domicilio fiscal porque el SAT constantemente está enviando notificaciones, comunicados y avisos, por lo que es fundamental estar localizable para evitar malas prácticas o sencillamente confusiones.
En cuanto a personas físicas, el domicilio fiscal sencillamente es el lugar en donde la persona reside habitualmente, en caso de no existir tal cosa, será el lugar de su negocio, y en su defecto, el lugar donde se encuentren. Ahora, hablando del sector fiscal es diferente, ya que debemos considerar personas morales como instituciones o empresas. El domicilio fiscal para personas morales se considera:
- El local donde está la administración del negocio (si residen en el país).
- El establecimiento en que esté ubicado, o en donde esté la administración principal, o en su defecto el que designen.
Mentir sobre la información que se da al SAT no es muy buena idea. A muchos se les ha ocurrido despistar al SAT dando una dirección falsa, sin embargo esto no puede llevarte a nada bueno. Cuando alguien da un domicilio que no corresponde, la autoridad puede auditarlo donde considere que es el domicilio real y muy pronto descubren a un mentiroso.
El artículo 110 del Código Fiscal de la Federación (CFF) establece que quien cambie de domicilio fiscal sin haber presentado un aviso al Registro Federal de Contribuyentes, será acreedor a un castigo de entre tres meses y tres años de prisión.
El SAT estará verificando constantemente que el domicilio especificado sea correcto, por lo tanto es necesario estar siempre bien informado y tener en orden el domicilio fiscal y no incumplir con lo establecido en el CFF.
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